• Siempre he estado muy vinculada al mundo de la empresa porque mi especialidad es el periodismo económico, aunque también me podéis ver y escuchar comentando la actualidad política en tertulias de televisión y radio de Telemadrid, La Sexta o Libertad Digital, entre otros medios.

• Disfruto mucho esas colaboraciones -igual que presentando eventos corporativos-, pero la mayor parte de mi tiempo la dedico a Portavoces, la agencia que fundé en 2013 con el principal objetivo de entrenar a hombres y mujeres de negocios en habilidades de comunicación. Mi primeros cursos, talleres y seminarios los impartí en 2004, y desde entonces, he tenido el privilegio de trabajar con varias compañías IBEX, decenas de multinacionales afincadas en España, ministerios o  colegios profesionales.

• Hasta el verano de 2019 compatibilizaba esa tarea con mis funciones y responsabilidades como periodista en el Telediario de TVE y antes, en Radio Intereconomía, Intereconomía TV y ‘La Gaceta de los Negocios’, donde fui directora de Informativos y subdirectora de edición.

Llevo más de dos décadas entrevistando a hombres y mujeres de empresa en la tele, la radio o la prensa escrita, y he podido constatar que la diferencia entre un proyecto de éxito y una gran idea que nunca llega a materializarse, reside muchas veces en la capacidad de comunicación y persuasión de sus promotores. Por eso me dedico a formar portavoces. Bueno, y a enseñar a hablar en público en general, que no hay más satisfacción que un alumno te diga que ganó el juicio, aprobó las oposiciones o triunfó en una conferencia gracias a las herramientas que tú le enseñaste. Porque, sin desdeñar las cualidades innatas de cada uno, a influir, convencer y vender también se aprende. Y más rápido de lo que suele pensarse.

Del pasado rescato también un hobby, que no pasó de eso, pero que no me importaría retomar: el doblaje. Los gamberros de mis hijos no paran de buscar en internet las series que doblé, porque me quedé solo ahí, pero quién sabe si en el futuro…

En lo personal, me gustaría dedicar más tiempo a mis tres hijos y mi marido, que son quienes dan sentido a todo lo que hago y lo que soy.

En lo profesional, y por orden de prioridades, me gustaría seguir dedicándome por muchos años a la comunicación en todas sus facetas sin perder un ápice de ilusión y entusiasmo; también hacer el doctorado, que es algo que llevo aplazando desde hace demasiado tiempo; y escribir otro libro después de ‘Vuelve, ladrillo, vuelve’ (Oberon, 2015), que ya va tocando.