CFO Iberia & LATAM de INETUM
HOLA! SOY ADOLFO
Hace poco alguien me calificó como disfrutón y no sabéis que alegría me dio. Me permitió ver que mi forma de ser, que mi actitud ante la vida, transpiraba esa sensación de sacar lo más y lo mejor de cada momento.
Competitivo, comprometido, con alto nivel de auto exigencia y perfeccionismo en el ámbito profesional; personalmente siempre me ha atraído la aventura, entrar en lo desconocido.
Conocer nuevos lugares, nuevas personas, nuevas culturas; hablar con desconocidos, aprender de ellos … todo eso me permite crecer como persona, como individuo, a la par que mi inquieta cabeza busca cómo crear cosas y experiencias nuevas, distintas, basándome en esas lecciones de vida que voy recolectando de aquí y de allá. El contacto con la naturaleza en estado puro se ha convertido en casi una religión y me ha hecho un amante de montar a caballo, del trekking y, muy especialmente, del Camino de Santiago, al que acudo cada año.
Mis otros dos pilares fundamentales: mi esposa y mis tres hijos, de quienes me siento súper orgulloso y sin los que no soy nada; y el Yoga, en su versión más exigente: Bikram Yoga (sufre hasta la extenuación durante 90 minutos para vivir otros 90 años).
Mi especialidad es la reorientación estratégica y la puesta en rentabilidad de compañías. Los últimos 20 años he trabajado en el sector de Telco, Media y TI, ocupando posiciones de Dirección General y de Dirección Financiera y de Control para multinacionales (Telefónica, Vodafone, Clear Channel, CapGemini, Indra) y para Private Equity y empresas familiares en varios países (España, Alemania, Italia, Chile, Colombia o Nueva Zelanda, donde estuve dos años con mi familia).
Los inicios de mi carrera profesional se remontan al ya lejano 1989 cuando, recién salido de la Universidad, me contrataron en el departamento de administración de un gran grupo constructor y, durante los primeros meses, estuve haciendo fotocopias.
De ahí me ascendieron y me asignaron la responsabilidad de sumar el importe del Timbre (tasa) que tenían las miles de letras de cambio con las que pagábamos a nuestros proveedores. El siguiente paso ya fue sublime: comencé a contabilizar. Esa experiencia me permitió aprender a valorar todas y cada una de las tareas que se desarrollan en una organización, por muy básicas y humildes que sean. El paso por el MBA del IE Business School me complementó mucho y despertó una ambición que me animó a dar el paso a salir de España como expatriado.
Todo ello liderando como CFO equipos financieros muy pegados al negocio en empresas muy relevantes en diversos países y, recientemente, ocupando posiciones interim como CEO en empresas del ámbito tecnológico.
Abandonar el calor del mundo corporativo y dar el salto a ser un knowmad siempre da vértigo. Un vértigo que sentimos los que lo hemos hecho y que en gran parte tiene que ver con nuestro ego, con la necesidad de encontrar nuestra nueva identidad, con el miedo de ser capaces de hacer que el mercado valore nuestra experiencia y conocimiento. Pero se trata de un vértigo que genera adicción, que motiva, que te mueve a avanzar, en mi caso convencido de la importancia que tiene el desarrollo del tejido empresarial para el bien público y para el desarrollo de nuestra sociedad.
Concibo mi actividad de asesoramiento no como un hecho aislado, sino como parte de un ecosistema en el que las personas y las organizaciones interactúan y el beneficio no es un fin en sí mismo, sino el resultado de operar bajo unos estándares éticos y de gestión entre los que prima pensar en el prójimo. Ese es el reto de AFR Advisory, una boutique especializada en el asesoramiento estratégico y la mejora de rentabilidad de organizaciones. Esa es mi nueva razón de ser.
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