“El amor es la más potente y la más desconocida energía del mundo”
– TEILHARD DE CHARLIN –
Decía Mahatma Gandhi que “Donde hay amor hay vida”
El amor es el principal motor que mueve la vida de los humanos. Pero ¿Qué es el amor? El calificativo de energía le pega bien.
El amor, en ese libraco de la Real Academia Española, es tanto “Un sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser”, como una “tendencia a la unión sexual”, entre otras definiciones. En el entorno profesional hoy podríamos llamarlo Engagement.
Sigmund Freud creía que el amor era la mitad de la vida de una persona. Existen distintos tipos de amor: Amor romántico o de pareja, amor filial, amor ascendente y descendente, amor amigo, amor pasional, amor incondicional, amor irracional, amor loco, amor joven, amor maduro, incluso versiones no recomendables del amor… amor tóxico, mal de amor, etc.
Y si el amor es la principal fuente de energía del mundo (si no fuera así, la alternativa no es nada alentadora, pensemos que fuera el ODIO) ¿Por qué apenas hablamos del AMOR en el entorno PROFESIONAL? ¿Cuántas veces has oído decir a un/una compañero/a, que ama con locura a la empresa, y a su jefe/a?
¿Por qué emocionarnos, sentir y querernos dentro del mundo profesional no es algo comúnmente aceptado?
La realidad es que parece que, para ir al trabajo, igual que dejas en casa otras cosas, te dejas el corazón, guardado en un cajón para cuando vuelvas. Seguro que nos suena a más de uno esta frase, “¡Aquí no se viene a hacer amigos!” Pero ¿Qué es la amistad, si no otra de las versiones del amor? Incluso ya Gallup, interesante herramienta medidora del engagement, introduce un ítem de amistad en el trabajo como acelerador del compromiso.
Quiero invitarte a pensar en EL VIAJE del AMOR en el TRABAJO y de sus increíbles fases ¿Nos atrevemos?
EL FLECHAZO
El enamoramiento inmediato, rápido, químico, loco, atrevido, intenso y ¿Por qué no? maravilloso. Ese calambrazo que te pilla pensando en cualquier otra cosa y te sacude.
Atendiendo al tópico literario, “Es la flecha de Cupido la que hiere de amor”, el Coup de foudre “Golpe de re-lámpago”.
LA PRIMERA CITA
Ese “momentazo” en el que quieres proyectar tu mejor versión. Esa cita que empieza siempre días antes con la emoción, la ilusión, los nervios y las mariposas en el estómago. Te importa la percepción que el otro/a tendrá de ti.
La primera cita también te convierte en un reportero de investigación cual «Diario de» para saber delante de quién vas a sacar a relucir tus mejores encantos. Repasas las redes, visualizas una y otra vez todo documento audiovisual que has encontrado y lees detenidamente todo lo que ha escrito esa persona para recolectar la mayor cantidad de información posible.
Y así, vas rebosante de perfume y de datos ya visualizados cientos de veces en tu mente. Estás lista/o para el cortejo.
VAMOS EN SERIO
El compromiso: Esa unión en todas sus formas.
Incluso en algunos casos, planificas un GRAN DÍA, para que tu gente participe de ese compromiso o enlace.
LA LUNA DE MIEL
Esos días en los que todo está cuidadosamente preparado para ser mágico, sin apenas obligaciones. Son días de descubrir, curiosear, conocer, atreverte a decir es “mi marido/mujer, pareja, compañero/a…”
Es un periodo, en el que casi todo puede ser como “una primera vez”. Y ese hacer cosas por primera vez es el mejor impulso de las personas, es el auto-desafío, el reto de atreverte y descubrirte en lo no conocido, es el camino del aprendizaje.
EL AMOR MADURO
A partir de ahí, la carretera te lleva al amor maduro, a una etapa bella, la de la entrega generosa, aquella en la que te importa más tu compañero/a de vida, que tus propias necesidades. Esto claro, “si se ama de verdad de la buena”.
Es una etapa en la que entregas lo mejor que llevas dentro, tu mejor YO, esa en la que, cuando la pasión late ya despacio y la rutina se instala, hay una unión más profunda donde nace el juego en equipo y el verdadero NOSOTROS.
LA SEPARACIÓN
Y a veces, el amor se termina, se rompe, se agota, o no crece al compás y llegamos a la “desvinculación”, es decir, el divorcio, la separación, la ruptura, el fin del camino de pareja juntos. Cuando, como dice Joaquín Sabina, «Al punto final de los finales, no le siguen dos puntos suspensivos y toca condenar a galeras los archivos…»
Y toca empezar de nuevo, reinventarse y redescubrirse.
EL VIAJE DEL AMOR PROFESINAL
Y ahora os invito a pensar en vuestro viaje como empleado o profesional… .¿No es exactamente igual?
Ese flechazo que buscamos cuando salimos a “Ligar Talento”. Esa oferta que me seduce. Esa primera cita o entrevista, donde debe haber química, un buen match. Ese paso adelante, donde un contrato confirma que vamos en serio.
Mi primer día en la empresa, mi on boarding o luna de miel. Y si todo fue como había deseado, y no me equivoqué, llegará mi primer aniversario.
Y entonces entramos en el amor maduro. Ése en el que entregas sin reserva todo lo que llevas dentro de ti. Y si el entorno te quiere tanto como tú a él, se generará la confianza que permite que descubras competencias y capacidades que ni siquiera sabías que tenías. A esto le llamamos FLOW, termino maravillosamente explicado por Mihaly Csikszentmihalyi: “Ese estado en el que uno se siente completamente absorto en una actividad que proporciona placer y disfrute”. “El tiempo parece volar y nuestras acciones, pensamientos y movimientos se suceden sin pausa.”
Y también puede pasar que lempecemos a ver las cosas de manera distinta, que nuestros objetivos ya no coincidan y que el amor y la entrega se agoten. O que, simplemente, ya hemos dado y recibido todo lo que nos tocaba: Llega la ruptura empresa/proyecto-empleado. Y toca también transitar el cambio, pasar un duelo y volver a empezar y reinventarse.
La buena noticia es que, en cualquiera de sus variantes, nadie muere de amor. Y que, una vez pasado lo peor, siempre llega de nuevo algo ilusionante. Y ésa es la buena noticia. De modo, que, de corazón, te invito a darle al AMOR PROFESIONAL. Atrévete a querer y dejarte querer, no renuncies a la pasión que desencadena ilusión y motivación y que te eleva al auténtico engagement: El que nos hace crecer a todos, empresas y personas.
Viva el AMOR, con mayúsculas.